Hola amig@s,
En estos días me vienen muchos y gratos recuerdos. Hace un par de años por estas fechas muchos de nosotros estábamos celebrando que Jesús pudo izar la bandera de la UEC de Horta sobre los 8.167m en la cima del Dhaulagiri. Recuerdo perfectamente cuando sobre las 01.00h de la madrugada me llamó para decirme que lo había conseguido. Su voz era muy débil y respiraba con mucha fatiga, habían pasado unas doce horas desde que había coronado la cima, tiempo que tardó en llegar al último campo de altura. Muchos recordareis también que allí le esperaba Rafa. En esa breve conversación que mantuve con Jesús fue la última vez que escuché la voz de su gran compañero dándole ánimos….. QUE INJUSTO!!!
Seguro que en estos dos meses en la montaña del espíritu, Jesús lo habrá tenido especialmente presente en sus pensamientos durante sus ratos de soledad, durante sus ascensiones a los campos de altura y lo habrá sentido mas cerca que nunca.
Dos años después, la cima del Manaslu no se ha dejado querer con el mismo afecto que el Dhaulagiri, pero afortunadamente nuestro grupo de valientes del trekking y nuestros dos mas queridos expedicionarios, Francesc y Jesús, pueden estar satisfechos de lo que han vivido en aquellos parajes y por eso y por muchas cosas mas debemos estar orgullosos de ellos y agradecidos a la montaña de que nos los haya devuelto sanos y salvos y mucho mas valiosos, si cabe, por todo lo que sus retinas han visto y las experiencias que allí han vivido que siempre formarán parte de su vida.
Y a pesar de todo, sé que Jesús agradece al Manaslu que le haya permitido permanecer en su regazo, durante este tiempo en el que ha convivido y conocido a personas dignas de admirar.
El Manaslu no se ha dejado abrazar con la pasión que a él le hubiera gustado pero si os paráis a pensar, en su primer intento, se quedó a tan solo 700m de la cumbre, y dadas las circunstancias que este año han envuelto a la gran montaña, es un triunfo y de los grandes.
Recuerda los buenos momentos del pasado, vive los buenos momentos del presente para poder disfrutar de los buenos momentos del futuro.
Después de la gran retirada a tiempo y asimilar la nueva situación, ayer jueves llegaron todos los expedicionarios al campo base, agotados pero complacidos de haber llegado allí de nuevo sin ningún incidente grave que lamentar.
Hoy viernes, Jesús junto con uno de sus sherpas y Oscar Cadiach, han empezado el descenso desde el campo base. El trayecto será el mismo que hizo todo el grupo de valientes, descenderán por el mismo camino que hicieron en el trekking hasta llegar al campo base pero ahora a la inversa. Descender por el otro lado requiere más tiempo y de esta manera ganará algún día.
Han llegado a Samagon y han seguido hasta el siguiente poblado, (Namrum????). En el último tramo les ha sorprendido una tormenta bastante fuerte, mucha lluvia pero ya sin nieve. Mañana desde allí seguirán el trekking hasta que después de varios días lleguen a Katmandú, posiblemente el martes.
Jesús debido a su segundo intento perdió su vuelo de regreso para el día 18 pero espero y deseo que el viernes día 21 aterrice en Barcelona. Os tendré informados según me vaya explicando.
Después de hablar con Lali, la mujer de Francesc, os puedo contar de él que está concluyendo su descenso y en breve llegará a Katmandú para coger su vuelo y aterrizar en Barcelona el martes día 18. Eso si! en Katmandú disfrutará de una buena ducha!!! En caso contrario quizás el recibimiento de Lali no sea tan cariñoso como él pueda esperar je je
Y ahora es cuando yo confío en que a Jesús también le dé tiempo de estar en el hotel y pueda disfrutar de las comodidades y del aseo de la habitación, por su salubridad, y por la integridad de todos los que podamos ir a recibirle al aeropuerto………
Ya que llegar a la cima no ha podido ser, y ya que veo que muchos de vosotros sois aficionados a las velas, poned unas cuantas para que el dichoso volcancito islandés deje que tanto Francesc como Jesús regresen cuando lo tienen previsto.
En la vida triunfan aquellos que no se dejan abatir por las decepciones, aquellos que se levantan cada vez que se caen y aquellos que no se cansan nunca de perseguir sus sueños
Un abrazo
Márian